viernes, 21 de enero de 2011

Los sueños nunca desaparecen siempre que las personas no los abandonan
 Los sabios hablan porque tienen algo que decir. Los tontos hablan porque tienen que decir algo
Es mejor esperar a que sanen las heridas y no abrirte una más
En la vida todos tenemos un secreto inconfesable, un arrepentimiento irreversible, un sueño inalcanzable y un amor inolvidable
 El peor castigo de un mentiroso no es que no se le crean los demás, sino que él mismo será incapaz de creer o confiar en otros.

Se cree en la sangre que corre, y se duda de las lagrimas que caen

No hay comentarios:

Publicar un comentario